viernes, 9 de enero de 2009

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cama:yo encima de ella,
yo entre las cobijas,
yo con una lámpara (entre las cobijas) intentando leer a kafka,
yo sobre las sábanas llorando porque me siento sola,
yo mirando al techo y leyendo los olores del cielo,
yo arrodillada y con la cabeza alucinando ;
sobre, entre debajo, a un lado de mi cama,
Como quien abraza el descanso sabiendo que no hay tal, que la cama es sólo un reposo rutinario, que el cuerpo la habita tan sólo unas horas , que en todo caso el alma de alli vuela.
Y mis camas son, y han sido como yo,
tienen un no sé que , y no sé dónde (ni siquiera se si hay dónde) pero huelen a Ícaro , a sus alas de cera, a sus acrobacias en el aire , al rezo de Da Vinci, a las hormigas de Dalí
Mi cama huele a mi, sabe a mí, tiene el sonido de mis ojos , el humor de mis entrañas.
Mi cama es angosta y alta, es bajita y ancha, se parte en dos y es de noble madera, es blanca y naranja , azul y morada, es navío que no se hunde, es edificio que vuela.
Mi cama es el puerto de unos sueños que son más que eso, son el trapecio de la geometrá de mi alma

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ella está ahí atrás mío, me llama no por echarme a dormir sino por dejarme caer. Pesan los hombros y los párpados cuando uno se deja arrastrar hacia abajo...
Temo perder mi trabajo este mes.

danae dijo...

estrecha, junto a la ventana,entre los óleos y los eliseos del noreste,navega además de ella mi alma