lunes, 13 de octubre de 2008

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Dos poltronas ante mí se apoyan, una de cedro fino y grácil estilo, otra de roble antiguo y sofocado diseño. Están allí hace años, quizá sean lo único que este lugar conservó, de pronto lo único que es y existió.

En este palco y ante ustedes, jueces de la noche, presento mi reparo:
-Se, de antemano del grave error que cometí, y por ello (y considerando la ligereza del caso) mi defensa se basa en los siguientes tres puntos.
Primero: Que no hay juicio justo dado que han castrado ustedes a la imaginación.
Segundo: Que como no existe tal salida de la realidad, lo único que queda se limita a un ridículo y torpe estar sin sentir.
Tercero: Que me es imposible creer en su juicio y por tanto no existe para mi tal.



Placeres iluminados-Dalí




Que quienes son los jueces?? LA NECIA IGNORANCIA Y LA VANIDOSA RAZÓN.

2 comentarios:

El Advenedizo dijo...

Parece ser justa tu causa, inútil el juicio e injustos tus jueces, pero aún asi reconoces la gravedad del crimen que al parecer cometiste pero que nunca describes.

danae dijo...

me he demorado mucho en contestar tu pregunta, todos estos días he pensado en cual sería la mejor manera de responderla: el crimen está mientras el juicio existe y aveces, hay juicio sin crimen.