Abre la maleta,busca el rezago de aire que se perdió en el frío,una canción que repite entre las pinturas abstractas de una exposicion narcoléptica, el silbato que le salvó de un sustillo( esa mañana una moto casi la aplasta).No está. Nada esta donde ella lo deja,nada aparece cuando ella lo cree.Las cosas,como animadas por un impulso propio,se dirigen hacia donde quieren,donde les place y se sienten bien,por eso que en su habitacion todo cambia,jamás la puerta esta al mismo lado,ni el techo está arriba.A veces ocurre que la ventana se vuelve puerta,una pared es un lienzo nuevo y el espejo confirma finalmente la existencia de un sol allá adentro; incluso el tapete es diferente,un dia es reloj de arena, otro dia es escalera, otro dia desaparece, alguna vez se pega al techo.
Y asi como están-no están las cosas,pone ella orden a sus sueños y una canción que recuerda,un acordeón prístino,bello le relatan a su tacto ,a sus oidos,a su pelo,los susurros de la magia,las ilusiones de un viejo, lo que significa arrastrarse (para muchos)en un mundo no-sempiterno o volar para los que conservan los sueños.
Frota sus manos contra el cuello, oye los susurros de la noche,pero apenas si vive de ello, ella ya está en otro mundo,(es que jamás a pertenecido a este) tan hermoso, tan perfecto; y se abrocha su chaqueta, se toma el moca, se duerme.
3 comentarios:
Hay que andarse con ojo con esos otros mundos.
Juajajajajaja que buena foto!
aunque no lei el post, luego lo leere!
Salulos.
jugo de maracuya:esos otros mundos casi siempre son mi mundo, al menos parte importante del mío
steven calderon: fue en el Museo Nacional XD a mi me gustó
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